La mescalina es un alcaloide psicoactivo. Se encuentra de forma natural en varias especies de cactus psicodélicos de América del Norte y del Sur, como el San Pedro, el peyote y la antorcha peruana.
La mescalina sintética pura suele presentarse en forma de polvo cristalino marrón o blanco, suelto o en cápsulas. También puede encontrarse en forma de brebaje o líquido. La extracción de mescalina es relativamente rara en comparación con otros psicodélicos más comunes.
¿Cómo es la experiencia con la mescalina?
Los efectos de la mescalina suelen comenzar entre 45 y 90 minutos después de su ingestión. El punto álgido de la experiencia se produce entre las dos y las cuatro horas, y la experiencia total dura hasta ocho horas. Los efectos incluyen fuertes visiones con los ojos cerrados y sentidos agudizados. Muchos participantes afirman que la mescalina tiene una cualidad mística única (Barrett & Griffiths, s.f.).
Los efectos de la mescalina sintética pueden ser ligeramente diferentes de los de la mescalina natural, como la que se encuentra en el San Pedro y otras especies, ya que los cactus psicodélicos también contienen otros alcaloides (Dinis-Oliveira, Pereira, Dias da Silva, 2019). En general, los informes anecdóticos sugieren que la mescalina sintética puede proporcionar una experiencia más suave, con menos náuseas, mayores efectos estimulantes y mayor claridad mental.
Breve historia de la mescalina
En su forma natural, la mescalina ha sido un aspecto importante de los rituales y ceremonias religiosas de los nativos americanos durante al menos 5.000 años (Abbott, 2019). La mescalina en su forma de cactus todavía se utiliza en la Iglesia Nativa Americana (NAC).
Aunque no es uno de los psicodélicos más extendidos actualmente, la mescalina fue la primera sustancia psicodélica que entró en la sociedad y cultura occidentales. La mescalina se utilizó en experimentos de control mental en el Tercer Reich de Hitler durante la Segunda Guerra Mundial (Abbott, 2019). Unos años más tarde, en 1954 se publicó Las puertas de la percepción, escrito por el filósofo y escritor inglés Aldous Huxley. Es famoso por describir la experiencia de Huxley con la mescalina y es uno de los primeros relatos convencionales de un viaje psicodélico. En los últimos años, la mescalina ha perdido popularidad en comparación con otros psicodélicos, como la psilocibina, el LSD y la ayahuasca.
Seguridad de la mescalina
Aunque las investigaciones a largo plazo son limitadas, la mescalina parece ser relativamente segura. No se conocen casos de sobredosis letal de mescalina, y aún no se ha identificado una dosis letal.
Sin embargo, en dosis muy altas, los efectos adversos pueden incluir hiperreflexia, taquicardia, agitación, rigidez muscular, ataxia, convulsiones, midriasis, sialorrea, hipertermia y parestesia (Dinis-Oliveira, Pereira, Dias de Silva, 2019). Algunos efectos adversos parecen limitarse a la mescalina de origen natural. Cuando se consumió mescalina sintética pura en un estudio, no se observaron vómitos ni efectos gastrointestinales negativos en ninguno de los participantes (Dinis-Oliveira, Pereira, Dias de Silva, 2019).
Un estudio examinó el uso de cactus con mescalina en un contexto ceremonial entre poblaciones nativas americanas y no encontró efectos adversos (Halpern et al., 2005). En estudios con dosis extremadamente altas administradas a ratas de laboratorio, se observaron algunos indicios de alteración de la resolución de problemas y de la memoria, pero las dosis del estudio superaban con creces cualquier dosis conocida en humanos (Koupilová, Henrink y Krs, 1999).
Se han establecido vínculos entre la mescalina y las anomalías fetales, por lo que las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia deben evitar la mescalina (Meyer, 2011).
No deben consumir mescalina las personas que padezcan afecciones cardiacas o hipertensión crónica. La mescalina no debe mezclarse con otros medicamentos o sustancias, especialmente medicamentos para la hipertensión, alcohol, tramadol, inmunomoduladores y estimulantes (por ejemplo, anfetaminas o cocaína).
Al ingerir mescalina, sigue siempre las recomendaciones básicas de seguridad psicodélica, incluida la atención al set, el entorno y el acompañante. Consulta la guía de seguridad general de PEx.
Ciencia de la mescalina
Farmacología
La mescalina tiene una estructura de fenetilamina. Como fenetilamina, es similar a la MDMA, pero pertenece a una clase diferente de las triptaminas, como el LSD, el DMT y la psilocibina.
Sin embargo, como la mayoría de los psicodélicos, la mescalina actúa sobre el sistema serotoninérgico del cerebro, en particular sobre los receptores de serotonina 2A. Además de interactuar con los receptores de serotonina, la mescalina activa el sistema dopaminérgico del cerebro y se une a los receptores de dopamina.
Uso terapéutico
En comparación con otros psicodélicos, los estudios sobre el potencial terapéutico de la mescalina siguen siendo limitados. Sin embargo, existen pruebas de que la mescalina aumenta la actividad y el flujo sanguíneo en el córtex prefrontal del cerebro. Los niveles bajos de actividad en el córtex prefrontal están relacionados con la ansiedad y la depresión, lo que sugiere que la mescalina puede ser útil en el tratamiento de ciertos trastornos mentales.
Las interacciones de la mescalina con los receptores de serotonina y dopamina implican que puede ayudar a mejorar el estado de ánimo y tratar la depresión. En las culturas tradicionales mesoamericanas, la mescalina de origen vegetal se utilizaba para tratar la depresión. Su similitud farmacológica con la MDMA también sugiere un posible uso en el tratamiento del TEPT.